domingo, 5 de mayo de 2013

¡¡¡Dios es una Experiencia!!!




Nosotros los mortales nos hemos encargado de limitar al Eterno adorándole con diferentes nombres: God para ingleses, Dios para hispanos, Gott para alemanes, Allah para musulmanes, Bhagavan para hindúes, Jeova para los judíos, etc., y cada uno concibe la propia religión como verdadera y única.
También, cuando el practicante no tiene fe en Dios, o desconfía de los Guías intermediarios, o no comprende con lógica la doctrina sagrada, o carece de suficiente voluntad para seguir las reglas, entonces decide no creer en ningún ser supremo al que contentar y se autodenomina ateo.
Muchos dicen que “las religiones son muletas” o que “la religión es el opio de los pueblos”, pero no es bueno quitarle la muletas al cojo ni tampoco la droga al intoxicado. Toda religión merece respeto cuando sus reglas sirven para respetar a todo ser creado por el Altísimo. La religiones sirven para canalizar el pensamiento humano hasta que el devoto sea capaz de realizar una investigación personal de la verdad, y mientras tanto, la conducta moral sirve de ayuda hasta que encuentre el camino hacia la experiencia Divina.
Las grandes religiones del mundo -Brahmanismo, Budismo, Confucianismo, Judaísmo, Zoroastrismo, Cristianismo, Mahometanismo y las varias sectas en que se dividen- tienen viejas historias de guerras ideológicas. Si profundizamos en su historia, vemos que ninguna religión es la única que Dios dio al ser humano, ninguna tiene derecho exclusivo sobre la verdad, ni es el único camino por medio del cual el hombre puede alcanzar la salvación. En realidad todas pueden llevarnos a Dios si aplicamos sus reglas con disciplina y amor.
Las religiones provienen de una sola fuente, las más jóvenes han derivado de las más antiguas. La India, con todas sus doctrinas hindúes es madre-padre de las religiones actuales. Abajo se hace una corta reseña de la asombrosa cantidad de paralelos que existen entre todas las religiones:
  • Conceptos comunes: el paraíso, el infierno, el diluvio, el éxodo, el bautizo, la cruz, el altar, la confesión, los ángeles, los demonios, el ayuno como expiación, el pecado como transgresión, las reglas o mandamientos, el amor, el perdón, los conventos, los libros sagrados, el rosario cristiano o mala hindú, (en Japón tienen más de 172 tipos de rosario desde un pasado remoto y en las tumbas de las momias egipcias se descubrieron muchos rosarios), etc.
  • Los libros sagrados contienen Claves Universales y son el fundamento de toda religión. Interpretarlos a la letra puede traer confusión y decepción, se necesita un buen guía y profunda Meditación para llegar a la comprensión total de estas Escrituras: la Biblia de los judíos y cristianos, el Corán de los musulmanes, el Bardo Thodol tibetano, el Popul Vuh de los mayas, el Zend Avesta de los persas, el Zohar, el Talmud, los Vedas, etc. Son obras que esconden viejos códigos para llegar a la Verdad.
  • Las reglas se adaptan a cada época y a cada pueblo de donde surge la religión, pero son siempre las mismas para todas las creencias: no matar, no robar, no mentir, no ser lujurioso, etc... y los métodos parecidos: caridad, oración, meditación, etc.
  • La doctrina de un Salvador, hijo de Dios, es idéntica en el Cristianismo y en los hindúes donde es llamada doctrina del Avatar. Un Avatar es un Ser que desciende a la tierra para salvar a la raza humana. Hace 5,000 años, Krishna fue un Avatar y más tarde se atribuyó el mismo título a Buda. Existen diez grandes Avatares.
  • La historia de Saliva-Hana, hijo del carpintero Tachana, como mencionan los Puranas en la India, es exactamente la misma historia del héroe de la mitología maya, hijo de un padre obrero de la madera y de una madre virgen. Algunos millares de años después nació Jesús de una Virgen y de José el carpintero. (Lucas III-23)
  • Buda y Cristo tuvieron que resistir al diablo en el desierto.
  • La Reencarnación no la encontramos sólo en el Hinduismo o en el Budismo. Los judíos creían en ella. Jesús creía y la enseñó, pues dijo que Juan Bautista era la reencarnación de Elías “cuya venida era inminente.” Se sabe que la propia Iglesia Católica reconocía los principios de reencarnación hasta el Concilio de Nicea.
  • La Trinidad es concepto común en las religiones que conocemos. Es decir, el Absoluto, el Gran Todo, el Principio Inteligente que es Dios No Manifestado lo encontramos presente en toda religión en forma de trilogía:
  • Padre-Hijo-Espíritu Santo del cristianismo,
  • Brahma-Vishnú-Shiva del hinduismo,
  • Horus-Isis-Osiris de los egipcios,
  • El Aquil-El Aqlu-El Maqul de los mahometanos,
  • Tei-Yang-Yinn de los chinos,
  • Kether-Kochmach-Binah de los kabalistas hebreos, etc.
La realidad profunda de estas trilogías corresponde a los conceptos de Vida-Forma-Pensamiento o Consciencia Universal-Realización Crística-Manifestado.
Las ideas preconcebidas, la mentalidad egocéntrica y las frases hechas son la máscara que el hombre utiliza en su día a día, y que frena la expansión de su Consciencia.
La discusiones religiosas surgen cuando los practicantes no comprenden el significado profundo o esotérico de su particular religión (re-ligare = unión / Unión con la Divinidad). Jesús enseñó a sus discípulos una doctrina secreta y a las personas comunes les enseñaba con parábolas.  Jesús enseñó cómo ser perfectos como el Padre y entrar en el reino del cielo que está en cada uno de nosotros. Buda también enseñó una doctrina secreta que concordaba con la de los Brahmanes, según la cual cada ser humano es una parte de Dios. Esto apoya la unidad de la humanidad como un Todo Espiritual. El hecho de que el universo es espiritual en su esencia, el ser humano es un espíritu inmortal y puede alcanzar la perfección, son doctrinas universales.
Algunos olvidan fácilmente que las reglas y ritos religiosos nos conducen hacia el Principio de Bondad y Amor que se encuentra en nuestro interior y que es la base de toda practica religiosa (re-ligare = unir). Se trata de conectar con el Intimo, o con la chispa divina que vive en nuestro interior. Esa conexión concede la Verdadera Felicidad que todo ser humano busca a través de todos los actos de su corta vida. 






La Experiencia Divina se puede vivir a través de cualquier religión bien llevada y también con la practica del yoga. La milenaria disciplina Yoga (yug=unión) no está catalogada como religión porque no hay promesa de salvación, ni culto a una divinidad (aunque su meta sea experimentarla directamente). Todo el trabajo de perfeccionamiento en yoga se hace para:
  • Destruir las impurezas: sanar, purificar y desbloquear el cuerpo,
  • Suprimir la ilusión: corregir la visión equivocada de uno mismo y del mundo, y
  • Alcanzar la emancipación final: estado de Supra-Consciencia al “unir” nuestra pequeña alma con la Gran Alma Divina.
Algunos expertos recomiendan vivir por un tiempo entre los hindúes para comprender realmente su filosofía de vida y con ello el espíritu verdadero de la disciplinas en yoga.
En yoga no existe ningún argumento doctrinal como en las religiones, el alumno practicante de yoga actúa bajo la tutela de un Maestro o gurú para evitar lesiones en el cuerpo (Hatha yoga) o desequilibrios mentales (Bakti Yoga) o extravíos intelectuales (Jñana Yoga), etc, En yoga no hay castigos ni recompensas, se trabaja para el propio perfeccionamiento bajo la dirección de un gurú que sigue una tradición milenaria.
En yoga hay una sola meta (Unión con Dios) por medio de muchos caminos o yogas diferentes:
HATHA YOGA: Unión mediante la Energía física utilizando asanas (posturas), pranayama  (control de la respiración), bandhas, etc.
MANTRA YOGA: Unión por medio de oraciones o sonidos.
BAKTI YOGA: Unión devocional.
RAJA YOGA: Unión Real por medio de la Meditación.
LAYA YOGA: Unión por disolución.
Esto ha derivado en muchas yogas: Kundalini yoga, karma yoga, kriya yoga, etc... todas son diferentes senderos en la ladera que nos lleva a la cima de la montaña. Todas las yogas, y también todas las religiones, deben respetar ocho reglas básicas de conducta como disciplina indispensable que ayuda a controlar las perturbaciones físicas y psicológicas para llegar a la cima de la montaña, a la experiencia Divina:
YAMA: Reglas de conducta (abstinencia de robar, mentir, matar a ningún ser vivo, beber alcohol, lujuria, etc como precaución contra la degeneración de las facultades humanas).
NIYAMA: Reglas de vida para la purificación interna y externa del hombre.
ASANAS: Posiciones del cuerpo. El ser humano puede ejecutar 84.000 posiciones. Las 84 posturas que ha seleccionado el hatha yoga, se corresponden con las 84 familias de animales que existen. Las asanas restablecen los órganos por medio de la activación de los chakras o energía que equilibra la función de las glándulas endocrinas.
PRANAYAMA: Ejercicios que controlan la respiración para aumentar la energía física y establecer el equilibrio de los chakras o emanaciones de los plexos endocrinos.
PRATYHARA: Control de las percepciones sensoriales orgánicas y de las emociones.
DHARANA: Meditación o visualización y pensamientos alrededor de un objeto.
DHYANA: Concentración. El pensamiento se hace uno con el objeto.
SAMADHI: Identificación con el Eterno en el Presente, es la Experiencia Verdadera. La Verdad es presente en cada instante.
La verdadera finalidad del Yoga y de toda Religión bien entendida es llegar a la perfecta armonía, no importa en qué templos, iglesias o pagodas, pues el Gran Todo o Esencia Divina está siempre en todas partes.



Referencias:

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