La
profesora de inglés, Marta Elena Jarque, nos cuenta con radiante
sonrisa su experiencia con el yoga, después de un accidente en el que
prácticamente se le rompieron todos los huesos:
Marta Elena Jarque |
Para
entender los beneficios que el yoga ha tenido en mí, hay que
retroceder aproximadamente seis años, cuando sufrí un accidente de
tráfico muy grave que casi acaba con mi vida.
Cuando
ingresé en el hospital por urgencias, le dijeron a mi familia que no
lograría pasar la noche. Pasadas veinticuatro horas empezaron a
hacerme pruebas y radiografías.
Me fracturé dos vértebras cervicales la C5 y la C6, la escápula izquierda y derecha, luxación de ambas muñecas, fractura con retroceso del esternón lo que impedía que respirara normalmente. Fractura de las costillas del costado izquierdo, desviación de las lumbares cuarta y quinta y desgarro muscular, luxación de la cadera con desplazamiento del lado izquierdo, desviación de las rótulas en ambas rodillas, fisura del menisco interno, luxación de ambos tobillos, rotura de los huesos de ambos talones. Todo acompañado por derrames en todas las articulaciones.
Respecto a los órganos, se produjeron micro fisuras en el pulmón izquierdo, estómago y bazo. Intestino irritado al haberse movido de su sitio, liberación de líquidos en la parte baja del abdomen y por último, ritmo cardíaco anormal con una tensión de 6/4.
Me fracturé dos vértebras cervicales la C5 y la C6, la escápula izquierda y derecha, luxación de ambas muñecas, fractura con retroceso del esternón lo que impedía que respirara normalmente. Fractura de las costillas del costado izquierdo, desviación de las lumbares cuarta y quinta y desgarro muscular, luxación de la cadera con desplazamiento del lado izquierdo, desviación de las rótulas en ambas rodillas, fisura del menisco interno, luxación de ambos tobillos, rotura de los huesos de ambos talones. Todo acompañado por derrames en todas las articulaciones.
Respecto a los órganos, se produjeron micro fisuras en el pulmón izquierdo, estómago y bazo. Intestino irritado al haberse movido de su sitio, liberación de líquidos en la parte baja del abdomen y por último, ritmo cardíaco anormal con una tensión de 6/4.
Durante
los tres años siguientes estuve continuamente luchando para
recuperar una vida que creía que nunca más iba a disfrutar. Iba de
rehabilitación en rehabilitación creyendo haber alcanzado el límite
de mi esfuerzo. Después de cinco años empecé a acudir a las clases de
yoga de Milagros S. Trullén. Ahora mis huesos y mis músculos están
fijándose en su sitio correcto.
En primer plano, Marta durante una clase de Yoga en el Centro Sananda, Jaca(España) |
Practicando yoga he aprendido dos cosas básicas para sentirme bien y sana:
- La primera es que los límites nos los ponemos única y exclusivamente nosotros. Si lo deseamos, siempre podemos alcanzar más.
- La segunda, igual de importante, es que no es necesario estar siempre luchando para intentar ser “normal”. Cada uno es maravilloso y único, irrepetible y especial, por lo que hay que disfrutar del presente con uno mismo y con todas las personas que están a nuestro lado.
Gracias
Milagros por todo lo que me estás ofreciendo y gracias a mi marido,
mis padres y mis hermanas por su constante apoyo.
El caso
de Marta debe hacernos entender que el Yoga es una ciencia
milagrosa para incorporar a la vida diaria, independientemente de la
edad o estado de salud psicofísico. El cuerpo físico mejora sus
funciones con la practica de asanas (posturas estáticas
del cuerpo con determinada respiración). Y se puede dejar de ser
esclavo de la mente practicando pranayamas
(control de la respiración) y sobre todo la Meditación que
nos ayuda a Conectar con el Intimo, con nuestro Verdadero Ser que es Paz Verdadera.
Clases particulares y en grupo: milagros.yoga@ymail.com
Si te ha gustado este reportaje, envíalo a tus amigos!
Si practicas yoga y quieres contar tu experiencia en este blog, escribe a: milagros.yoga@ymail.com
Clases particulares y en grupo: milagros.yoga@ymail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario