Milagros del Yoga: Yoga para preparar un buen parto

Ana Isabel Piedrafita Orús

Ana Piedrafita Orús, junto a su compañero Zigor, han estado asistiendo a las clases de yoga de la Escuela Sananada, en forma esporádica desde principios de 2009. Durante el primer año practicaron dos veces por semana. Después los horarios laborales y las distancias han sido los principales impedimentos para continuar la disciplina de forma estable.

Ana es Auxiliar de laboratorio y ha pedido baja por maternidad. A sus cuarenta años está embarazada y ha vuelto a retomar la practica de yoga. Ella quiere dar todo lo mejor a su futuro bebé.

Ana, en primer plano, durante una de las clases de yoga que recibe en la Escuela Sananda

-¿Cuánto tiempo llevas practicando yoga y meditación?

-No puedo precisar la fecha con exactitud, pero llevo unos cinco años en la Escuela Sananda, practicando de forma intermitente. Cuando empecé estaba en un momento de búsqueda personal, había comenzado a profundizar en mí misma.

-¿Cómo estaba tu salud en esos días?

-Aunque no practicaba ningún deporte y mi vida era bastante sedentaria, en general mi estado de salud era bueno, no tenía nada significativo. Recuerdo dolor en la espalda y las cervicales.

Ana, primera a la izquierda, comienza una sesión de yoga con el tradicional saludo

-Y ¿cómo están ahora tu columna y tu espalda?

-Ahora mismo puedo decir que perfecta, incluso con el embarazo que se resiente bastante, no tengo ninguna molestia.

-Cuando te conocí tenías frecuentes migrañas e insomnio, ¿duermes mejor ahora? ¿has superado las migrañas?

-Ambas cosas han mejorado, las migrañas han desaparecido pranticamente y el insomnio también

-Cuéntanos en qué estado psíquico te encontrabas cuando comenzaste.

-Era un momento de cambio, me estaba descubriendo. Comencé a realizar distintas terapias para profundizar en los niveles psicológico y espiritual. Era el comienzo de mi autoconocimiento y crecimiento interior, y sin duda sigo ahí.

-En esos días leíste “El poder del ahora” de Eckhart Tolle y creo que cambió bastante tu perspectiva de vida ¿Qué otras lecturas, terapias o cursos resultaron más eficientes en tu búsqueda?

- Hay dos libros que recuerdo con especial cariño, siempre digo que hubo un antes y un después; que son "Muchas vidas, muchos maestros" de Brian Weiss y "Voces del desierto" de Marlo Morgan.

Y en cuanto a terepias y cursos, sin duda uno sobre el desarrollo del Hemisferio derecho a través de visualizaciones; todos los cursos a los que he podido asistir de autoconocimiento y realización personal con Jorge Becerra; el último que realicé en "La escuela de vida Sananda" sobre Autohipnosis, etc...

-Cuéntanos las sensaciones o cambios que el yoga ha proporcionado en tu vida.

-La mejora que primero experimenté fue a nivel físico, en forma de un estado de bienestar general: me sentí más ágil, más elástica, más erguida y mi forma de caminar cambió.

Mas adelante fui consciente de mi mejora a nivel psíquico, comencé a sentirme más tranquila y sobre todo a tener mayor control sobre las emociones. También aumentó mi capacidad de observación y mi equilibrio mental.

Como todo está relacionado, cuanto más equilibrio adquieres más mejora todo el entorno: las relaciones personales, el trabajo, etc.

Ana en la postura de la rana para favorecer la apertura de pelvis

He experimentado que con el yoga se trabajan muchos ámbitos: físico, emocional, mental, etc... En realidad somos UNO, cuando comienza a mejorar una parte, todas las demás son afectadas y se equilibran. Pero es cierto que requiere constancia, auto observación, sinceridad y mucha consciencia.

-Durante las clases ¿cuáles son las posturas o practicas que más te agradan?

-Asanas, pranayamas y meditación me atraen. Me siento a gusto en la postura invertida Viparita karani, también en la postura de perro mira abajo (adho mukha svanasana), y en las posturas de torsión de columna. En general todas me sientan bien, aunque alguna me incomoda más que otras como me ocurre con la postura de la barca: navasana. Está claro que tengo que trabajar los abdominales, son mi punto débil.

Ana, junto a sus compañeras de clase, realiza una postura de torsión de columna.

Ahora que mencionas la postura de la barca, quiero recoradar que esta asana junto a todas las posturas en las que el vientre toca el suelo no deben practicarse durante el embarazo para evitar cualquier presión sobre el feto.

-¿A quién recomendarías la practica de yoga?

-A cualquiera, deberíamos de empezar desde pequeñitos.

-Ana, ¿cómo te está ayudando en tu actual estado la practica de yoga?

-En estos momentos estoy embarazada y probablemente estoy en mi mejor momento a nivel personal. Practicar yoga y meditación me está ayudando mucho: físicamente me siento más ágil y elástica, lo cual me procurará un mejor parto. Y las meditaciones me ayudan a conectar con mi interior. En el estado de quietud que me proporcionan estas disciplinas, aprovecho para visualizar el crecimiento sano de mi bebé y un buen parto. Estoy segura que me ayudará.

-Gracias Ana por tu aportación al blog y sobre todo a nuestras reflexiones personales. Desde aquí te deseamos un feliz parto y una mejor crianza. Ese nuevo bebé será parte de vuestra aprendizaje en la Escuela de Vida en que todos estamos. Los hijos son nuestros espejos!

Hasta aquí la experiencia de Ana. Ella es un ejemplo más de cómo cualquier disciplina que nos lleve a la conexión con nuestro “Verdadero Yo” puede ayudar a mejorar nuestra vida y sobre todo encontrar el estado de bienestar interior que todo el mundo desea.

Recordemos que las comodidades y la abundancia, o sinónimo de bienestar físico, no es lo mismo que bienestar interior. Este último se desarrolla mediante la disciplina constante que nos lleva a la Conexión Real con el Intimo.