miércoles, 21 de agosto de 2013

Cómo encontrar la Verdad


"... No hay Religión, Filosofía o Ciencia Más Elevada que la Verdad, y no es Propiedad de Nadie, Excepto del Espíritu Libre e Incluyente que se Encuentra en el Interior de Todos y Cada Uno de Los Seres Del Universo..."


Las palabras de BUDA son iluminadoras: "No hemos de creer en lo dicho, simplemente porque fue dicho; ni en los escritos de los sabios, porque han venido de ellos; ni en las fantasías, que han sido inspiradas por un Deva (ángel o una supuesta inspiración espiritual); ni por la mera autoridad de nuestros instructores o maestros; sino que hemos de CREER cuando lo dicho o escrito, esté corroborado por nuestra razón y Conciencia. Por eso enseñé a no creer lo que oyen decir, sino que, cuando lo crean conscientemente, Actúen De Acuerdo y Plenamente".
Son muchos los que tratan de monopolizar la Verdad a través de una Religión, de una Doctrina o una Filosofía. No se puede limitar lo Ilimitado. No se puede encerrar a Dios en un “libro sagrado” y decir que es la “Suprema e Incuestionable Palabra de Dios”. Por estrechez mental comienzan muchas guerras.
¿Cuál es la Verdad?
La Verdad no pertenece al reino de las palabras, es imposible escribirla o comunicarla. La verdad no tiene que ver con los libros o con el sonido, con los cinco sentidos o con una doctrina. Tampoco pertenece al mundo de la formas o de los símbolos. No pertenece al espacio mental.
El Conocimiento Esotérico no pertenece a ninguna escuela, grupo o religión de algún tipo. La "VERDAD" es la Joya que pertenece a toda la humanidad, y se encuentra dentro de cada Ser. Nadie debería “monopolizarla”. La Verdad se encuentra por doquier, es absolutamente libre.
La Verdad Libera en sí misma. La “VERDAD” es una Experiencia Directa, intransferible, una percepción espontánea e instantánea sin intermediarios, una expansión del Ser Interno imposible de describir. Todo lo que pensemos al respecto será una barrera que limitará experimentarla.


¿Cómo llegar a la Experiencia Directa?
La contemplación clara y sencilla de la Verdad puede ser realizada desde el Centro Místico del Corazón.
Experimentar la Verdad requiere de un trabajo diario y continúo. Las cuatro prácticas esenciales, que abajo recomendamos, han sido comprobadas durante muchos siglos en diferentes lugares y proveen un camino seguro hacia el progreso. Se deben Realizar alegremente y hasta donde se pueda. Utilizar siempre como guía el sentido común.
La Verdad se halla por doquier, en el aire, en el mar, en el silencioso retiro de los bosques o en el tumultuoso fragor de las grandes poblaciones. Para descubrirla deberéis contemplarlo todo con suave atención y sencillez, más allá del placer de los sentidos y de las figuraciones mentales que sólo os traerán confusión y sufrimiento”. (BUDHA)

"La Verdad os hará Libres"
(Jesucristo)

La noción sobre la Verdad, que cada persona posee, es solamente una pequeña porción de la Realidad que podemos percibir.
Para ilustrar este tema, os dejamos abajo una de las muchas versiones sobre una leyenda hindú:
Los ciegos y el elefante
Había una vez una aldea poblada por completo de ciegos.
Un mensajero anunció a los lugareños que un príncipe que venía de lejos, atravesaba el país a lomos de un elefante. No había elefantes en estas tierras, y nunca habían oído hablar de ese animal.
- ¿Qué es un elefante? preguntaron los ciegos.
El mensajero les explicó que era una bestia gigantesca, y extraordinaria en todos los sentidos. Esto despertó la curiosidad de los ciegos y todos querían acercarse al elefante para hacerse una idea de cómo era.
Todos a la vez no podía ser. Por lo que se decidió enviar una delegación de siete personas, que el príncipe recibió amablemente.
Autorizó a los representantes del pueblo a palpar su elefante el tiempo que quisieran. Y así hicieron. Tocaron el animal, dieron las gracias al príncipe, y volvieron a casa.
A su llegada fueron rodeados y bombardeados con preguntas de los otros aldeanos.
- “Es un animal que se asemeja a una alfombra rugosa golpeada por el viento en un tendedero, o como un gran abanico”, dijo un ciego que había tocado la oreja.
- “¡En absoluto!”, dijo uno que había palpado la trompa, “Es una especie de serpiente muy gorda, muy nerviosa, con la cabeza peluda y húmeda”.
- “¡Qué va! Es una bestia enorme como el tronco grueso de un árbol”, se indignó el que había palpado la pierna.
- "El elefante es como dos lanzas". Comento el que examinó los finos colmillos.
- "El elefante es como una soga fuerte y gruesa, que tiene un pincel en la punta.". Éste le había examinado la cola.
- "No, no, es como un alto muro", gritó otro ciego que había estado palpando el costado del elefante.
- “El elefante se parece a un tambor colocado sobre cuatro gruesas patas, y está  forrado de cuero con pelo para afuera.” añadió el que logró tocar al animal en la panza y las patas.
Todos se enredaron en una interminable discusión durante horas sin ponerse de acuerdo sobre cómo era el elefante. Cada uno estaba plenamente seguro de lo que conocía.
Cada hombre podía "ver" en su mente sólo lo que podía sentir con sus manos. Como resultado cada uno se reafirmaba en que el elefante era como él lo sentía. Ninguno escuchaba a los demás.
Afortunadamente su conflicto no tuvo un final violento, pero la mayoría de los lugareños todavía no saben como son los elefantes. Solamente tres ciegos que se consideraban muy sabios, decidieron hacerse ayudar, y fueron a preguntar a otro sabio que había tenido la oportunidad de ver al elefante con sus propios ojos.
El conflicto es tan viejo como la historia misma. El ser humano siempre ha intentado conocer su mundo y conocer la Verdad. Aunque esto no es fácil ya que no todas las personas ven de la misma forma.
Este viejo cuento de la India descubre una de las causas de la falta de entendimiento entre las personas y la carencia de sabiduría en la mayoría.


Referencias:
Redondo Segura, Francisco - “Luz diamantina” - Mithila@ono.com
Serge Raynaud de la Ferrière – “Yug Yoga Yoguismo” - Ed. Diana


1 comentario:

  1. La Verdad es hija de la Sabiduría y del Amor. En una vida terrenal polarizada, la Sabiduría corresponde al Intelecto, y el Amor al Corazón. Sólo de un equilibrio entre ambos nace la Verdad. Namaste.

    ResponderEliminar